lunes, 19 de mayo de 2014

Nuestro primer beso



En días como hoy me da que pensar....

Recuerdo el primer día que la besé, estábamos la una al lado de la otra, me sonrió y el tiempo pareció pararse. Escuchaba su respiración, veía como su pecho cada vez se elevaba más rápido en una especie de ansiedad anticipatoria, sentí el vértigo de una caída en montaña rusa pese a que sabía que nunca podría estrellarme...

Cerré los ojos. Giré un poco su cara con mis manos, justo en el momento en que ella me regalaba una sonrisa, leyendo en mis ojos la intención. Y la besé, primero reconociendo sus labios, haciéndome al camino, como cuando por fin te descalzas en un campo de césped... la besé con ganas de acariciarla, con la intención de presentarle en aquel beso todos mis miedos y al mismo tiempo mi valentía.

De pronto ella cambió, y me agarró por la cintura cambiando con ese gesto las reglas del juego. Me miraba de otra forma... con ganas de aventuras épicas y de saltos al vacío. Y me devoró con su siguiente beso. Me besaba como si mi boca no fuese suficiente de mi, como si necesitase más, y me apretaba en un intento de lograr saciarse.

Sentía que me faltaba el aire, tenía un torbellino en la tripa, y un tsunami entre mis brazos. Mi piel entera estaba ávida de ella, de cualquier roce, de cualquier cambio, de cualquier gesto... Las ganas eran tantas que me sentía mareada. Necesitaba respirar.

Y salí de su beso, la dejé en mi imaginación. Abrí los ojos, y suspiré.

Qué pena que ella no estuviese en mi cabeza para verlo...



miércoles, 23 de abril de 2014

Hoy hace un día tristemente soleado...





Como la mañana fría,
como el aire nuevo y renovado de tus fantasías,
como la vida que golpea mi ventana,
como esa vez que te dije que no porque me dio la gana.

Hoy me siento volátil y finita,
siento la amargura de la madrugada,
siento pena del sol, y de la luna,
siento pena de ti que estás tan muda.

Hoy corro en el clamor de un nuevo día,
huyendo de la trampa de tus dientes,
soñando con promesas incoherentes,
fingiendo comprender tus despedidas.

Vivo aferrada al cierre de tu puerta,
contándote las horas con los dedos,
vivo sintiendo el peso de este vuelo,
soplándote las alas hacia arriba.

Empujo del revés de tus heridas,
volviéndote la carne del derecho,
quedándome en el fondo de tus dudas,
muriéndome en el quicio de tu pecho.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Marchitando


Son lánguidos los ojos con que miras,
y trémulos los labios con que , triste,
susurras entre gritos inaudibles
quejidos lastimeros de tu gloria.
Está hueco el baúl de tu memoria,
donde guardas los tiempos más felices,
y en tu alma solo albergas cicatrices
de las guerras, olvidadas en el tiempo.
Ya tu gesto no es el mismo que recuerdo,
que en momentos, imborrables de mi mente,
congregaba todo el mundo en un suspiro,
y fueron mágicos el aire y el ambiente.
Ya en mi cuerpo solo queda tu ausencia,
ya mis manos no recuerdan tu textura,
no recuerdo el perfume de tu esencia,
ni adivino a lo lejos tu figura.
El temblor que sentía en tu presencia
se marchó para no volver más nunca.
La sonrisa perenne de mis labios
marchitó sin que me diera cuenta alguna.
Porque el amor, que sentía sin medida
falleció por sobredosis de mentiras.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Placer



Cruzo el dintel y empieza ya la danza, 
no niego que he estado fantaseando,
con verte y fundirnos en abrazos,
abandonarme al fuego de tus aguas.

Ya cae toda mi ropa en desbandada,
perdiendo los estribos de quien era,
soñando con quedarme en tu vereda,
cediéndote el control a mis espaldas.

Aquí me tienes, voy sin armadura, 
desvélame esta vez dónde estuviste, 
antes de verme a mi, ¿por dónde andabas?
antes de amarme a mi ¿de quién huiste?

Inutil es negarte mis esquinas, 
recorres cada poro de mi piel.
Me cuidas con tu cálida caricia,
tan pura y a la vez tan indecente.

Recorres ya mi frente y mi cintura,
me bajas y te posas a mis pies, 
te viertes por mi cuerpo sin premura.

La ducha siempre ha sido un gran placer. 

viernes, 6 de diciembre de 2013

Ángel maldito


Sabia bruta, elaborada.
Alma rota y desangrada.
Farolillos de hojalata
sin luz, en la madrugada.

Mirada rota,
palabras vanas,
vestido rojo,
luna embrujada.

Colores vivos y moribundos
tiñen su cara,
sus manos escarban
para enterrar sus lágrimas.

Mirada al frente,
vista empañada.
Cabizbaja y pensativa
pasea entre las ánimas.

Ánimo de luto,
ánima de hada,
ese ángel maldito
que duerme en mi cama.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Amarte


Amarte a ti es jugar al escondite,
es lanzarme si finges un despiste.
Amarte a ti es salirme del concreto,
es no saber si hoy estoy fingiendo.

Amarte a ti es llorar mientras me río,
es no saber si hace calor, o tengo frío.
Amarte es socorrer todas mis dudas
es hacerle el boca a boca a la locura.

Amarte es animarte a ir tras ella
aunque eso sea matarme la cordura.
Amarte a ti es ahogarme las palabras
si es tu pasión a gritos quien llama.

Amarte es permitir que me socorras
cuando en verdad no existe una emergencia.
Amarte es querer darle rienda suelta
a los más puros deseos de tu boca.

Amarte es sonreírte desde dentro,
cuando en verdad en mi alma está lloviendo.
Amarte es reprimir el beso de mis labios,
aunque a estas alturas ya hace daño.

Amarte es aceptar que no eres buena,
pero es que nadie dijo que lo fueras.
Amarte es admitirte que es perfecto
saber que me detectas si te miento.


Amarte es caminar hacia adelante
marcándole otro tanto a la amargura.
Amarte es aceptar que no hay futuro,
partiendo de que nunca hubo un presente.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Viernes noche




Son sensaciones que se chocan, son dos almas que se tocan,
son dos bocas que se rozan, son dos cosas, si, son pocas.
Yo prefiero tres suspiros en tu oído, un pecado cometido,
o tus infinitos gemidos que se escapan de tu boca sin prohibirlos.

Sabes de sobra que me gustan los impares,
no compares si es que a caso no es verdad
que no fue mi mentalidad la que cambió,
que fue el colchón de corazón de muelles.

Cambió sus sábanas y con ella mis lágrimas,
cambiaste los olores, los sabores, pero no tus sensaciones,
si cambiaste no pudiste eliminar esos recuerdos,
que aún en noches de lujuria la luna cree reconocernos.

Sabes de sobra que tu cuerpo fue mi escuela,
que aprendí frases ahogadas y caricias que quemaban,
que en mi boca te derramas si te dejo, no esperabas
los gestos que provocaban que tu piel me saludara.

No fue perfecto ni divino, no adivino tus ideas,
No me creas si te digo que al mirarte desesperan
mis manos por recorrerte, cuando el corazón se abre,
veo la magia entre tu ropa y no puedo contenerte.


Vuelan prendas esta noche, no hay reproche,
si fue el broche de tu piel lo que hoy sobraba,
no hagas nada deja que te vuelva loca,
 si me tocas esta noche no se acaba la velada.